domingo, 4 de septiembre de 2016

Los Reyes Católicos recibiendo a los cautivos cristianos en la conquista de Málaga de Eduardo Cano de la Peña

Esta obra estuvo titulada Entrada de los Reyes Católicos en Alhama.
 El profesor D. Antonio de la Banda corrigió el título de la misma poco después de realizarse el inventario de 1990.
La entrada de los Reyes Católicos en Alhama de Eduardo Cano de la Peña. Pintor e ilustrador español del Siglo XIX que se destacó con obras como Cristóbal Colón en el Convento de la Rábida, La entrada de los Reyes Católicos en la Alhama y Regreso de la guerra de África.
"Los Reyes Católicos recibiendo a los cautivos cristianos en la conquista de Málaga". Los éxitos de años anteriores fueron reeditados por Cano de la Peña con la presentación de este lienzo a la Exposición Nacional de 1866, consiguiendo una primera medalla. El cuadro representa la recepción ofrecida por los Reyes Católicos a los numerosos cautivos cristianos liberados tras la conquista de la ciudad de Málaga a las tropas musulmanas, en septiembre de 1487.
 Isabel y Fernando aparecen a las puertas de su tienda de campaña, de pie, sobre unas gradas recubiertas por una alfombra, recibiendo las muestras de afecto y gratitud de los desfallecidos y famélicos cautivos recién liberados, auxiliados por los soldados. La figura de la reina acapara el protagonismo de la escena al estar su figura más alta y resbalar sobre ella un foco de luz más potente. Cano emplea una iconografía muy similar a la de la Virgen de la Misericordia, acogiendo bajo su manto a los prisioneros que se acercan a ella para besar sus reales manos, elevando la reina la mirada a Dios en actitud de dar gracias. Un anciano besa la mano de Fernando mientras que los demás prisioneros apenas pueden mantenerse en pie debido a las escasas fuerzas que les restan. Un soldado sostiene a una mujer en primer término y tras ellos se abraza una pareja.
 Cano demuestra que domina el manejo de la iluminación totalmente artificial, con buen número de contraluces que sitúan a cada una de las figuras en el espacio, destacando a los personajes principales. El dibujo sigue siendo sobresaliente, utilizando un colorido brillante en los que abundan las tonalidades pardas y brillantes, con toques de gran exquisitez y virtuosismo, tanto en los ropajes de los reyes como en los harapos de los furtivos. Respecto a las influencias, Cano muestra su admiración por los maestros del pasado como Murillo, Valdés Leal, Guido Reni o Rafael.
Fuente: 
 http://ceres.mcu.es/pages/Main?idt=122186&inventary=DO0360P&table=FMUS&museum=MBASE